Investigación
Los cereales son uno de los cultivos más importantes de la zona mediterránea. La falta de agua y nitrógeno junto con la salinidad limitan su productividad. La mejora genética contribuye con variedades mejor adaptadas a estas limitaciones ambientales. Por ello es necesario explotar la variabilidad genética de estos cultivos, buscando rasgos y protocolos que ayuden a detectar la adaptación fenotípica a los diferentes estreses, así como entender mejor los mecanismos fisiológicos y moleculares implicados.